domingo, 15 de abril de 2018

Breve biografía de Otto Kraus y Josefa Trujillo

Otto Kraus Polensky, hijo de Alfred y Henriette Kraus, nació en Viena hacia 1878 junto a un hermano gemelo, llamado Maximilien, que murió de viruela a los 9 años. Otto creció como hijo único. Dada su forma de ser y la buena formación recibida, a los 17 años comenzó a viajar. Primero fue a Francia y luego, a Inglaterra. Su idea era aprender idiomas. En el Reino Unido entró en contacto con el mundo de los negocios de ultramar y le faltó tiempo para acompañar a África a una de sus nuevas amistades y probar fortuna. En un principio trabajó en Camerún y en Nigeria para una compañía germano-inglesa de importación y exportación. Más tarde marchó a Dakar, en Senegal,  donde se independizó, fundando su propia empresa y llegando a tener también su hacienda. Allí permaneció hasta que estalló la Primera Guerra Mundial.

Parte de esta información me fue facilitada por su hijo Francisco, quien llegó a decirme, casi con seguridad, que su padre llegó a Las Palmas de Gran Canaria a primeros de agosto de 1914, procedente de la capital senegalesa, huyendo de los franceses  en el momento en que estalló la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, en el periódico Canarias, con fecha 8 de marzo de 2003, escribió Javier Darriba: “la primera referencia de Otto Kraus en las Islas es del 30 de abril de 1917”.

Yo personalmente estoy más de acuerdo con la fecha que me facilitó su hijo Francisco. ¿Por qué? Muy sencillo: una vez que Otto Kraus consideró que el Imperio Austriaco iba a verse implicado en el conflicto, dada la alianza que mantenía con el Imperio Alemán, decidió dejar todo lo que poseía, embarcando y arribando en Las Palmas,  lugar cercano y, a la vez, perteneciente a un país neutral, el status que tuvo España durante ese conflicto. Por lo demás, la edad de Otto Kraus en ese momento era de 40 años, como se dice en el citado periódico.

Una vez en la isla grancanaria, y a través de un periódico, encontró trabajo en el Consulado alemán. Posteriormente, dadas sus ganas de trabajar, fue el impulsor de los diarios El Día y El Liberal. Tiempo después, a raíz de la amistad que hizo con don Gustavo J. Navarro Nieto, fundador del periódico La Provincia, entró a formar parte de este rotativo. Esta etapa fue más larga, entrando como socio  y como gerente-administrador, ayudando a reflotar el periódico, que estaba atravesando un mal momento.

Queda pendiente decir que al terminar la guerra solicitó a las autoridades francesas la devolución de todas las posesiones que él tenía en Dakar, pero éstas prefirieron mandarle dinero.

Además de lo antes dicho, tengo referencias, más que seguras, de que Otto Kraus fue propietario de una imprenta. Finalmente se retiró a los 75 años. 

Ahora se preguntarán: ¿cómo conoció a la que llegó a ser su esposa y la madre de sus hijos? Otto vivía en la Casa de Colón, inmueble en el que también se encontraba el periódico La Provincia. Enfrente lo hacía una familia canaria compuesta por Francisco Trujillo, su esposa Dolores Mújica y 6 hijas. Otto hizo muy buena amistad con Francisco, el cabeza de familia, lo que, pasados unos años, le llevó a enamorase de la hija pequeña, una hermosa joven canaria de ojos azules llamada Josefa Trujillo Mújica. Con ella contrajo matrimonio el día 7 de diciembre de 1925 en la parroquia matriz de San Agustín. Él tenía 47 años y ella, veintipocos.

Del matrimonio nacieron Francisco, Alfredo, Enriqueta Lola -que lamentablemente falleció a los tres años y medio- y Carmen. Josefa, además de ser una gran madre en todos los aspectos -no hay más que ver cómo han salido todos-, tenía una dulzura muy especial para el trato y la educación. Era una mujer muy alegre y también le gustaba cantar. Tenía una gran voz de soprano ligera, que no llegó a explotar.

Otto fue también un gran padre y muy liberal para aquella época. Con la ayuda de su querida esposa, afable y dulce, como dije antes, lograron formar una familia muy unida y preparada. Le gustaba también la música, tocaba el piano de oído bastante bien y tenía una voz de barítono, de poca potencia, pero muy bonita. Donotto, como cariñosamente le llamaban en la Isla, falleció el mes de enero de 1959 a la edad de 81 años.

Salamanca, 1 de junio de 2003


(Fotografías: Canarias7)

No hay comentarios:

Publicar un comentario