domingo, 9 de noviembre de 2014

Casa rural Anida, en Valdelageve

He recibido de Rosa y de su marido Julián un escrito sobre la casa rural que han montado en Valdelageve. Rosa es hija de Mari Carmen y Gerardo. Y la casa se encuentra muy cerca, precisamente, de donde está su casa familiar. Creo que tiene un gran interés lo que están empezando a hacer y por eso reproduzco en su totalidad su contenido, por si puede resultar útil.  


"El proyecto de puesta en marcha de un alojamiento rural en Valdelageve surge hace uno años como una iniciativa familiar y como un ilusionante proyecto con el objetivo de poner en valor la riqueza natural de estos territorios serranos sureños, excesivamente abandonados por los dirigentes políticos y donde cuesta mucho encontrar iniciativas emprendedoras que impliquen además un  asentamiento de la población joven.

Los valores naturales de la zona donde está situado este pequeño pueblo serrano son indiscutibles. Su territorio está enclavado en una zona de tránsito entre las sierras de Béjar y Francia, dentro del territorio de la Reserva de la Biosfera de las sierras de Béjar y Francia. Sus tierras están surcadas por los valles del río Cuerpo de Hombre y del arroyo Servón, que se encajan en el territorio dando lugar a un terreno montuoso que perfila el paisaje de manera singular. En la zona meridional encontramos la Reserva Regional de Caza del paraje conocido como Arca-Buitrera, incluidas dentro del P.N. Batuecas-Sierra de Francia, que limita con las tierras extremeñas de Granadilla y su entorno jurdano.


El valle del río Cuerpo de Hombre es, sin duda, una de las partes de la zona que más llaman la atención al visitante. El territorio de este paraje está  reconocido como zona LIC (Lugar de Interés Comunitario) dentro del marco de la normativa europea de la Red Natura 2000. El paisaje en esta zona impresiona: el río se encaja de forma espectacular separando las tierras graníticas de las pizarrosas. Este río tributa sus aguas al Alagón en el término de Sotoserrano, ya dentro del Parque Nacional de Batuecas-Sierra de Francia, para terminar en tierras extremeñas almacenadas en el pantano de Gabriel y Galán. La riqueza biológica en este valle destaca por su gran variedad de flora y fauna, por los bosques de castaños y robles melojos, por la presencia de la cigüeña negra, los buitres negro y leonado y alimoche.

Todo proyecto emprendedor implica un gran esfuerzo y un enorme trabajo para su puesta en marcha. Con problemas que hay que ir salvando desde el momento inicial y otros que van surgiendo con el devenir del tiempo y de nuevas circunstancias. Pero a pesar de los condicionantes adversos la ilusión y los amigos son los que hacen que los proyectos salgan adelante en el tiempo.

Nuestro proyecto, además de ofrecer un alojamiento a los turistas interesados, implica la oferta de actividades en el medio natural para la puesta en valor de los recursos naturales del entorno de Valdelageve, incluyendo en la oferta turística el conocimiento de la flora y la fauna del territorio, así como valores intrínsecos como los etnográficos, arqueológicos, geográficos y culturales.

Nuestra casa está incluida dentro de la red TRINO de la Junta de Castilla y León. Esta red de turismo de interior y ornitología pone en valor los aspectos naturales relacionados con el avistamiento y la observación de las aves de la zona. El territorio, en este sentido, muestra valores muy interesante, como las ZEPAS (zonas de especial protección de aves) de los valles del río Cuerpo de Hombre y Alagón y la del Parque Natural de Batuecas-Sierra de Francia. Encontrado entre otras especies, destacadas por su nivel de protección, la cigüeña negra, el buitre negro y leonado, el alimoche, el halcón peregrino, el roquero solitario, el búho real, el águila real, el águila
calzada y el águila culebrera, entre otras numerosas especies. Además en la zona encontramos asentados tres colonias de buitre leonado que se reproducen año tras año y nos permiten disfrutar de sus vuelos pausados y de sus imponentes siluetas. La cigüeña negra también encuentra en los encajados valles de la zona lugares tranquilos para su reproducción.

Otra oferta incluida en nuestra casa rural es la micología. El conocimiento de las setas apasiona a numerosas personas y uno de nuestros objetivos es ofrecer rutas acompañadas para la observación, identificación y recolección de setas. La gran variedad de  ecosistemas existentes en la zona hace posible encontrar una gran variedad de especies de hongos y durante una prolongada temporada micológica, que, si acompañan las condiciones climatológicas, puede extenderse desde principios de septiembre hasta mediados de diciembre en algunos años favorables.



Otro de los valores de la zona, sin explotar actualmente, es el senderismoLas posibilidades de hacer rutas de corta y media distancia en torno al pueblo de Valdelageve son numerosas. De la misma forma se pueden realizar otras de larga distancia adentrándonos en el Parque Nacional de Batuecas-Sierra de Francia o en el valle del río Cuerpo de Hombre siguiendo el antiguo camino hacia Montemayor del Río.


Durante este año 2014 la Diputación de Salamanca ha señalizado el Camino de Peregrinación al santuario mariano de la Peña de Francia, uno de los enclaves religiosos más visitados en Castilla y León. Esta ruta une la Vía de la Plata, a su paso por el término municipal de Puerto de Béjar, con el Santuario de la Peña de Francia a través de los municipios de Peñacaballera, Montemayor del Río, Lagunilla, Valdelageve, Sotoserrano, Cepeda, Madroñal, Monforte de la Sierra y La Alberca. La ruta tiene un recorrido de unos 70 km., se trata de un viejo ramal del Camino de Santiago abandonado y puesto en valor.


La visita a la Peña de Francia (a 42 km.), uno de los puntos más altos de la sierra de Francia (1727 m.) es uno de los destinos más atractivos para los turistas de la zona, por el paisaje, sus vistas panorámicas de todo el territorio, el santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, conocida por su Virgen negra y la posibilidad de ver cabras montesas.

El territorio también se presta para hacer actividades deportivas como rutas de cicloturismo y de montain bike. Son numerosos los cicloturistas que transitan por la carretera y los caminos del entorno de Valdelageve. Los más atrevidos que buscan pronunciados desniveles los pueden encontrar surcando los valles del río Cuerpo de Hombre y del arroyo Servón. El raid Béjar-La Alberca es una ruta cicloturista organizada por la asociación El Trampal de Béjar que pasa por Valdelageve en dirección a Sotoserrano y que tiene un recorrido de 62 km. También es muy conocida la Marcha de MYB
Sotoserrano-Caminomorisco que transcurre por los límites de las provincias de Cáceres y Salamanca atravesando preciosos parajes como el conocido “Meandro del Melero”, a 21 km. de Valdelageve. También los deportistas pueden disfrutar del piragüismo en las aguas del río Alagón y del esquí en la estación “Sierra de Béjar La Covatilla”(40 km.).



Otra oferta interesante que ofrece nuestra casa de turismo rural es la posibilidad de realizar visitas a los conjuntos históricos de la provincia de Salamanca. En un radio de 30 km. encontramos ocho conjuntos históricos: La Alberca (25 km.), Béjar (30 km.), Candelario (34 km.), Miranda del Castañar (22 km.), Mogarraz (26 km.), Montemayor del Río (17 km.), San Martín del Castañar (32 km.) y Sequeros (34 km.). También podemos transitar por la Calzada de la Plata (20 km.), incluida en la red de conjuntos históricos de la provincia de Salamanca.  Un poco más lejos esté el conjunto histórico de Ciudad Rodrigo (74 km.) y la ciudad de Salamanca (102 km.).

Además nuestra proximidad con la provincia de Cáceres nos ofrece una serie de atractivos turísticos que cabe destacar, como la villa amurallada de Granadilla (29 Km.), la ciudad romana de Cáparra (38 km.), el pueblo de Hervás (28 km.) en pleno valle del Ambroz, la comarca natural de Las Hurdes (25 km.), el Centro Nacional de innovación Deportiva “El Anillo” (38 km.) en la proximidades del pantano de Gabriel y Galán, el Valle del Jerte (62 km.), la ciudad de Plasencia (66 km.) o el Parque Nacional de Monfrágüe (89 km.) entre otros numerosos destinos turísticos.

Si el viajero busca tranquilidad, sosiego, descanso, vellos parajes y disfrutar del contacto con la naturaleza, Valdelageve es un destino ideal para el turismo de interior que no debe dejar de visitar.



En los siguientes enlaces se puede encontrar más información de Casa Rural Anida:

www.anidarural.es

https://https://twitter.com/anidarural

https://www.facebook.com/anidarural

Email:   reservas@anidarural.es


miércoles, 24 de septiembre de 2014

Viaje a Lugano y reencuentro (julio y agosto de 2014)

El 1 de octubre de 2011 escribí en este cuaderno “Encuentro entre grandes amigos”. Hoy quiero haceros saber que, después de 3 años y gracias a la amabilidad, cariño, desinterés y gentileza de nuestros amigos Edith y Giancarlo, nos hemos vuelto a reunir para pasar unos inolvidables días, reviviendo el pasado y disfrutando del presente. Quiero aclarar que estos amigos en uno de sus viajes a España también estuvieron en nuestro pueblo, Valdelageve, y del que gratos y bonitos recuerdos mantienen.

Por fin, mis queridos paisanos, concluyó el tan esperado viaje, y la verdad es que mereció mucho la pena. La amistad habida entre las familias Ghillioni – Montero, comenzada a principios de los años 60, continúa en su momento más alto, maravilloso, que, según avanza el tiempo, va in crescendo.

El viaje comenzó el sábado día 26 de julio. A las 18 horas aterrizamos en
Milán y allí estaban esperándonos Giancarlo y Edith. Después de grandes besos y abrazos, como es costumbre, nos pusimos en marcha. Su ilusión era la de agasajarnos, haciéndonos felices en cada momento y para ello nos dirigimos a la ciudad italiana de Varese, pequeña, pero coquetona. Desde ahí saltamos a Ponte Tresa, donde nos tenían reservada la primera sorpresa: cenar en el restaurante chino de su amiga Lucia. La verdad es que el menú fue muy amplio y variado, todo ello regado no sólo con un buen vino, sino con una alegría algo inusual. La llegada a Lugano estuvo impregnada de gran alegría y de bonitos planes de futuro.

El domingo 27 desayunamos primero en la terraza, acompañados de unas hermosísimas vistas, como la verde campiña y los montes San Salvatore,
Generoso, etc. Partimos después hacia Rodi Fiesso (900 metros). La idea era subir en el teleférico al lago Tremorgio (1.800 metros) y así ocurrió. El rato que allí pasamos fue primoroso, con un paseo alrededor del lago, un aire y un ambiente que hicieron que el apetito se abriese. La comida nos estaba esperando, también en una terraza al aire libre, lo que sirvió para recrearnos de las hermosísimas vistas y hacer que el menú fuese mucho más apetitoso. Bajamos en el teleférico, pero con el coche volvimos a infiltrarnos entre montañas hasta llegar a Caseificio del Gottardo, donde paramos para ver una quesería, comprar unos quesos y tomarnos un café. Desde allí, sin dejar de zigzaguear, aparecimos en un inmenso valle regado por el río Ticino, de aguas claras y piedras blancas, limpias y relucientes. Después de unos kilómetros paramos en Giornico, pequeña, pero bonita, localidad, donde tomamos unos refrescos en una grotto y donde volvimos a brindar por la amistad. Ya en casa Edith se encargó de preparar una exquisita cena al estilo alemán.

El lunes 28, una vez desayunados según costumbre, fuimos a visitar Lugano, el lago, sus iglesias, comercios, etc. La comida la hicimos en casa y sobre las 15 horas nos dirigimos a visitar el coquetón pueblo de Bré, sito al otro lado del monte que lleva su nombre. Amén de su tipismo, estaba adornado por múltiples  esculturas situadas por doquier. Subimos caminando hasta la cima del monte que se encuentra en el lado contrario, pero mirando a Lugano, el lago que lleva su nombre y las diferentes montañas. Precisamente allí hay un excelente restaurante-cafetería donde aprovechamos la ocasión para sentarnos y deleitarnos, no solamente con el cafetito que tomamos, sino con las vistas que con anterioridad narré. Lástima que el tiempo comenzara a alborotarse, pues las nubes fueron apareciendo, las montañas se fueron cubriendo, en la lejanía se vieron los relámpagos y más tarde se oyeron los truenos. No cabe duda que el encanto iba cambiando, era otro, diferente. No obstante, decidimos marchar y así lo hicimos, pues teníamos que caminar media hora aproximadamente hasta llegar a Bre. Total que entre saltos y risas llegamos a donde teníamos el coche. Por la tarde nos unimos a Giancarlo, que durante la mañana había estado trabajando, y fuimos a Paradiso, localidad unida a Lugano, por la que dimos un paseo, para acabar sentándonos en un restaurante siciliano. Era la hora de cenar y así lo hicimos. Edith, Giancarlo y Choni pidieron pasta con mariscos, pero yo, por ser alérgico, con carne, todo ello regado con un buen vino. Tomamos tarta de postre, cafetito a petición y brindamos por la amistad con champán.

El martes 29 desayunamos y comimos en casa. La mañana estuvo poco apetecible, pues llovió torrencialmente con la compañía de truenos y relámpagos. Las vistas tan hermosas que teníamos desde casa desaparecieron por una gran cortina de nubes. ¡Una experiencia más! Después de comer nos arriesgamos y fuimos a Montagnola. Nuestra idea era la de
visitar la casa-museo del premio Nobel de Literatura Hermann Hesse, que, por cierto, estuvo muy interesante y hermoso. Para finalizar nos recreamos con unas vistas de paisajes muy bonitas. Por supuesto, todas ellas rodeadas de nubes y de ahí su encanto. Claro que, como aquí el joven no llevó la máquina de hacer fotos, entonces Edith se brindó a llevarnos al siguiente día para hacerlas. Por la tarde, junto con Giancarlo y Claudio (uno de sus hijos), fuimos a una grotto en el monte San Salvatore, donde cenamos. ¿Y qué cenamos? Pues una ración de embutidos variados y costillitas de cerdo a la brasa acompañadas de patatas cortadas en gajos a la brasa, y de postre, un helado sobre una base de licor y café a elección.

El miércoles 30, después de desayunar, dimos una vuelta al laghetto de Muzzano, para subir después a Breganzona y regresar a casa. Por la tarde volvimos a Montagnola, pues había que hacer las fotos que tenía en mente y que, por cierto, ¡qué bonitas quedaron! Visitamos
un camping y pasamos al lado del aeropuerto de Lugano, para desde allí ir a buscar a Giancarlo, que nos tenía otra sorpresa. Se trataba de recordar tiempos pasados, para lo que atravesamos el lago de Lugano- sí, sí, el lago- por un puente con carretera, autovía y línea férrea, y entramos  en la pequeña y bonita localidad de Medricio. Desde allí subimos al monte Generoso y ya casi en la cúspide paramos en la grotto de San Nicolao, antiguamente regentada por la simpática y muy especial Marisa. Cenamos de maravilla y, después de tomarnos el café y la copita de citronelle, bajamos nuevamente a Medricio. Teníamos que ver en esta ocasión sus rincones y calles más típicas, al igual que las torres e iglesias iluminadas.

El jueves 31, con tiempo espléndido, partimos, después de desayunar, a una zona llamada Centovalli (Cien valles), con un nombre que indica todo. Un poquito más adelante paramos para tomar un  teleférico y subir hasta el pueblecito de Rasa, situado a casi 2.000 metros. Un lugar paradisíaco, donde la paz reina y la vista se recrea viendo numerosos pueblecitos repartidos por las montañas, la hermosura de los valles y el gran macizo. Después de un hermoso paseo nos sentamos a comer. Después de la
sobremesa descendimos nuevamente, tomando el coche con dirección a la presa que desde arriba divisábamos. Nos adentrarnos entre las montañas para ver la pequeña y hermosa localidad de Palagnedra. Desde allí fuimos a Locarno, ciudad esplendorosa situada en la orilla del lago Maggiore. La visitamos e incluso la gran plaza donde se celebra el festival internacional de cine de Locarno, con 8.000 sillas. De allí nos fuimos a Verscio, donde Giancarlo tenía reservadas
las entradas para el teatro Dimitri. Antes de la función estuvimos viendo la
casa-museo del payaso y la fundación que lleva su nombre. Nos dio tiempo también para cenar, sólo que, como los estómagos estaban repletos, nos conformamos con tomar un gazpacho español –así, como lo relato-, que, por cierto, tenía un buen sabor. Después entramos al teatro a ver la función, que era un concierto humorístico protagonizado por Nina Dimitri y Silvana Gargiulo,  y con el título “Buon Appetito”. Fue un viaje musical a través de los diferentes gustos del mundo, representado con ironía y poesía. Tal fue así, que Choni, Edith y Giancarlo se lo pasaron de maravilla, pues las risas se sucedieron una tras otra.

El viernes 1 de agosto apareció de nuevo la lluvia y la tormenta, pero con menos fuerza. Por eso a media
mañana partimos a visitar diferentes puntos de montaña con vistas espectaculares. Una gran parte de ellas, generadas por el contraste con las nubes. Al medio día llegamos a Cureggia y, más exactamente, a la grotto da Pierino, cuyo propietario, Mauro, gran amigo de Giancarlo, nos atendió con la misma delicadeza que lo hiciera hace tres años. Comimos y -cómo no- de maravilla.  Después partimos rumbo a Como, ciudad italiana, por la que paseamos, vimos el lago, descansamos y con la alegría del deber cumplido acabamos regresando a Lugano. La cena la hicimos en casa y estuvo muy buena y amena, a la espera de lo que iba a llegar después: los fuegos artificiales, pues no en vano estábamos disfrutando del día de fiesta nacional por excelencia para Suiza. Para ello nos trasladamos al lago, entramos en un hotel -no recuerdo el nombre, aunque sí que estaba situado en primera línea del paseo-, subimos al ático, lugar donde estaban los huéspedes y algunos invitados, tomamos silla y mesa, y también fuimos agasajados con bebida y comida. Desde allí, y durante 30 minutos, divisamos los fuegos, que quedaron hasta reflejados en el lago. ¡Toda una maravilla!

El sábado 2 de agosto fue el día destinado a visitar el lago Maggiore, que en su mayor parte se encuentra en tierras italianas. La primera advertencia de Giancarlo fue la de comentarnos que pasaríamos debajo de la ciudad de Locarno por un túnel de 9
kilómetros, como así fue. Luego llegamos a Cannero Riviera, localidad italiana que visitamos, para más tarde asentarnos en el ristorante Magnolia. Comimos como siempre, de maravilla, seguimos haciendo el recorrido del lago. Hicimos una escala en la Stresa, ciudad de congresos,  quedando maravillados por los  3 ó 4 magníficos hoteles que vimos a la entrada. Ya en la ciudad antigua aprovechamos la ocasión para descansar y tomar unos espléndidos helados italianos. Luego partimos hacia Arona, la última localidad del lago. Giancarlo tuvo la idea de mostrarnos la gran escultura conocida como Coloso de San Carlos Borromeo y, una vez vista, corrimos unos kilómetros para dar la vuelta al lago, pasando el gran puente de hierro, y subir por el lado contrario. La llegada a Lugano fue correcta. La cena, en casa, fue casi de despedida, de ahí que resultase un tanto emotiva. El viaje de partida  estaba preparado para el siguiente día, para salir a las 7 de la mañana, pues teníamos que volver a Milán, donde tomaríamos el avión. Claudio ya nos había preparado y puesto al día los pasajes.

El domingo 3 Edith y Giancarlo nos llevaron hasta el aeropuerto de Milán y a las 10 llegó el momento de la
despedida ¡Qué pena y a la vez qué alegría! Nuestros queridísimos amigos retornaron vía Lugano y nosotros nos introdujimos en la zona de embarque. La llegada a Madrid fue a las 15 horas, una hora más tarde de la prevista. Por ello  perdimos el bus de retorno, por lo que tuvimos que hacer nuestros pinitos y esperar hasta las 20 horas para la partida a Salamanca. Nuestra aventura finalizó a las 22,30 con la llegada a nuestra ciudad.  



(Fotografías. Juan-Miguel Montero Barrado)

domingo, 1 de junio de 2014

Marcha peregrina de La Alberca a Valdelageve

Por fin llegó la etapa que estábamos esperando tanto los peregrinos como este gevato que os escribe. Me encontraba pendiente de ella desde que este curso comenzamos a hacer el Camino de Santiago que hacían los portugueses. Éstos  entraban por la zona de Aldea del Obispo y cruzaban, entre otras poblaciones, Ciudad Rodrigo, para acabar visitando, ya en Sierra de Francia, a la imagen de Nuestra Señora la Virgen de la Peña de Francia, sita en la peña que lleva su nombre y a una altura de 1.725 metros de altitud. De allí iban a La Alberca, lugar donde había un hospital y albergue de peregrinos, donde estos eran atendidos y aprovechaban para descansar. Quedaban las etapas a Valdelageve y, la última, hasta Puerto de Béjar, lugar donde hubo un emplazamiento romano llamado Caelionico y por donde pasaba la Calzada Romana, que, a posteriori, se le denominó también Vía de la Plata, que es el camino a seguir hasta llegar a Santiago de Compostela.

Pero volviendo al tema que nos interesa, eran las 9,30
del pasado sábado 14 de abril cuando ya en La Alberca comenzamos, como es costumbre antes de empezar una marcha, a tomar las perronillas y chupitos de aguardiente correspondientes. En esta ocasión fueron obsequio del señor alcalde del municipio, que a su vez nos habló, entre otras cosas, del tema que acabo de exponer. Después, entre aplausos, se le obsequió con el libro de Salvador Llopis Por Salamanca también pasa el Camino de Santiago y se le impuso la insignia del peregrino de nuestra Asociación, que fue hecha por el ilustre escultor salmantino Venancio Blanco.

Finalizados estos prolegómenos comenzamos raudos
la marcha, pues no había tiempo que perder: teníamos que recorrer 26 kilómetros, por la sierra. La primera localidad por la que pasamos fue Monforte de la Sierra, sita en un alto de la montaña con hermosas vistas. 

Serpenteando el camino pasamos de vez en cuando por tierras con árboles frutales: los cerezos estaban
colmados de cerezas, lo que hizo que de vez en cuando hiciésemos una paradita para saciar el
instinto. Cuando llegamos a Cepeda paramos para tomar un tente en pie, pues había que reponer fuerzas. La tercera parte, hasta El Soto
(Sotoserrano), tuvo mayor dificultad, ya que el calor apretaba y los ascensos y descensos eran más pronunciados. Pero mira por dónde que, al llegar al pueblo, volvimos a encontrar otra zona donde nuevamente los cerezos abundaban. Su fruto era de excelente calidad y lo probamos -cómo no. Por fin entramos en el pueblo y volvimos a hacer una nueva parada. 

Los 11 kilómetros que faltaban estaban conceptuados
como duros -como así fue- al continuar por montaña. En esta ocasión, sin embargo, al estar cubierta por monte bajo, no había sombras, más bien un sol de justicia. La pisada, además, era mala, con algunos repechos muy pronunciados. 

Menos mal que la vista de vez en cuando se recreaba viendo zigzaguear en la hondonada el curso del río
Cuerpo de Hombre. Cuando íbamos por la cima de la montaña, faltando uno o dos kilómetros, pudimos observar mi querido pueblo de Valdelageve y los paisajes que le rodean. ¡Qué alegría, que ilusión! Llegamos cansados, pero mereció la pena.

Paramos en el bar, donde fuimos recibidos por Alejandro, gevato, que se portó de principio a fin de maravilla con nosotros. Dimos buena cuenta de las viandas que llevábamos y de las consumiciones que hicimos, y, ya descansados y repuestos, nos preparamos para ir a ver el pueblo y a partir de aquí tuve que hacer de guía.

Lo primero en mostrarles fue la campiña que nos rodeaba, haciéndoles sabedores de algunos nombres. Luego les mostré lo que tanto estaban deseando, que era ver la calle que lleva mi nombre. Aquí aprovecharon para hacerse algunas fotografías y hablaron con algunos vecinos, con lo que quedaron tan contentos. Para finalizar acabamos en la iglesia,
fábrica que les encantó -cómo no, después de haber oído hablar tanto de ella- y les narré algo de lo que a ella respecta. Cantamos algunas estrofas del “Perantón de Valdelageve” -“En el pueblo de Valdelageve, / a tomillo y a jara huele”- terminando bajo la dirección de Eduardo, que me echó una mano. Dado mi estado emocional, dijo unas palabras muy bonitas. Finalizamos rezando tres Aves Marías, que es una buena costumbre peregrina.

En el regreso todo fueron parabienes por la marcha y
la estancia en el pueblo. Los peregrinos estaban ansiosos por conocerlo, pues no en balde el perantón es cantado en casi todas las marchas. Las vistas fueron muy bonitas y sirvieron para recrearnos y llenar nuestro cuerpo y espíritu de ánimo.

(Fotografías: la primera es de JM Montero Barrado; la sexta, de Juan-Miguel Montero Barrado; y el resto, del peregrino Francisco Javier)

sábado, 31 de mayo de 2014

Algunos localismos utilizados en Valdelageve (vocablos o locuciones que solo tienen uso en un área restringida)

Los vocablos que seguidamente aparecen en este escrito los he ido recogiendo de distintas formas: haciendo preguntas, a viva voz, escuchando conversaciones, dialogando con personas auténticamente gevatas y, fundamentalmente, por medio de la convivencia.

Como también podréis observar, algunas de las locuciones no son privativas de Valdelageve, no le pertenecen sola y exclusivamente, sino que son empleadas también en otros lugares. He aquí la relación de localismos que he ido recopilando:

Abuja: Aguja.
Abujero: Agujero.
Acenoria: Zanahoria.
Achapandarse: Agazaparse.
Achiperres: Trastos, cacharros.
Agatear: Trepar por un árbol.
Ajumarse: Ahumarse.
Alambrar: Poner un anillo o alambre en el hocico de los cerdos para que no hocen.
Albehaca: Albahaca.
Anial: Almiar.
Amular: Enfadarse.
An ca: A casa de.
Ande: Donde, a donde.
Anque: Aunque.
Ansión: Morriña, nostalgia.
Antaño: Años pasados.
Antiel: Antes de ayer.
Añurgarse: Atragantarse.
Apañar: Arreglar.
Arrastrá: Algo despectivo.
Arrecío: Persona con mucho frío.
Arriate: Protégete (“protégete mientras pasa el temporal”).
Asín: Así.
Asina: Así.
Atentar: Tocar algo.
Atrancar: Cerrar.
Badil: Recogedor metálico.
Bandujo: Vientre de los animales.
Barrigá: Estómago de la cerda, redondo y más pequeño que el del cerdo.
Bocín: Tapón de una poza.
Borrajo: Rescoldo.
Cachuela: Molleja de pollo.
Cagaluta: Excremento de ganado.
Cagueta: Diarrea.
Calvotá: Fiesta nocturna para asar castañas.
Calvote: Castaña.
Calvotero: Vasija para asar castañas.
Calzones: Pantalones cortos.
Cantero: Coscurro, rescaño, pedazo de pan.
Cayá: Callada.
Chacho: Muchacho.
Chaima: Fogata (“haz una chaima y nos calentamos”).
Chambra: Blusa.
Chiquinino: Muy pequeño.
Choto: Ternero.
Corato: Desnudo.
Corcuño: Encogido.
Dadil: Dedal.
Dambos: Ambos.
Dende: Desde.
Deo: Dedo.
Digendo: Diciendo.
Dijon: Dijeron.
Dil: Ir.
Embair: Distraerse.
Enaguas: Combinación.
Endemás: Demasiado.
Endigual: En vez de.
Endilgo: Mal arreglo.
Entavía: Todavía.
Escarabujao: Liado, enmarañado (el pelo).
Espelde: Carácter, semblante.
Estinao: Extraviado.
Farraguas: Persona que va desaliñada.
Frejón: Fréjol.
Fusquia: Temporal, tormenta (“arríate mientras pasa la fusquia”).
Gesa: Es la palabra que sustituye a dehesa.
Gorrinto: Gorrión.
Guarrapo: Cerdo.
Guarro: Grajo.
Habemos pasado: Hemos pasado.
Haiga: Haya (“pegó sin que haiga motivos”).
Hijuela: Documento donde se reseñan los bienes que tocan a una artición.
Hogaño: Se refiere a este año (“hogaño hay buenas patatas”).
Hubon: Hubieron.
Jarapal: Camisa fuera (“métete el jarapal”).
Jerío: Herido.
Jimplar: Sollozar.
Jincar: Hincar.
Jundir: Hundir.
Jurgar: Hurgar.
Justillo: Sujetador, prenda de mujer.
Lamber: Lamer.
Machorra: Mujer estéril.
Maleta: Persona torpe.
Manteo: Falda.
Masar: Amasar.
¿Me ajuntas?: ¿Quieres ser amigo mío?
Medrar: Crecer.
Miaja: Una pizca de algo.
Mía tú: Mira tu.
Mi señor: Suegro.
Mi señora: Suegra.
Pacencia: Paciencia.
Palante, está: Está embarazada.
Palastra: Rastro de madera que se utiliza para recoger el heno.
Pánfila: Mujer sosa.
Paralís: Parálisis.
Pegocha: Urraca.
Peñisco: Pellizco.
Pintear: Lloviznar.
Pitarra: Vino de propia cosecha.
Prao: Prado.
Puchas: Requesón, natillas.
Puson: Pusieron.
Quiciás: Quizás.
Recentadura: Levadura.
Relente: Humedad y frescor al amanecer.
Refajo: Combinación.
Relente: Humedad y frescor al amanecer.
Rodete: Rosca que se hace con la trenza del pelo.
Sayas: Falda.
Seastinao: Despistado (de despistarse).
Segurilla: Hacha.
Sigún: Según.
Sobrao: Desván.
Tornaboda: Día después de la boda.
Trajon: Trajeron.
Trasmontao: Perdido.
Trujo: Trajo.
Varangón: Vara muy larga.
Vejigón: Estómago del cerdo, alargado y mayor que el de la hembra.
Veleahí: Si, pues mira, tu verás.
Vinon: Vinieron.
Zarrias: Algo que no tiene valor.

(Fotografías: todas son de Juan-Miguel Montero Barrado, menos la tercera)

lunes, 19 de mayo de 2014

Un foto-montaje dedicado a San Juan XXIII

Este es un foto-montaje que he preparado para el cuadro de San Juan XXIII, que se encuentra en la iglesia de Valdelageve.



sábado, 17 de mayo de 2014

Nombre de las tierras del término de Valdelageve


Me he tomado la molestia de investigar, hasta la total catalogación -creo- de los nombres de nuestro pueblo. En un principio los iba apuntando cuando hablaba con mis paisanos. Yo mismo provocaba el recuerdo de los nombres, pero finalmente, para llegar a confeccionar esta lista tan completa, fue necesaria la ayuda de los miembros del ayuntamiento, quienes me han dado todo tipo de facilidades. Como resultado transcribo a continuación la siguiente lista:

Álaga
Albarrana
Alisedilla
Arraclanera
Arrollo de la Aliseda
Arroyo de la Fuentecilla
Arroyo Fuente Linosa
Arroyo Herrao
Arroyo las Tres Cruces
Arroyo de Valdibuetre
Arroyo de Valtravieso
Atajo del Camino del Servón
Cagancho
Caganchas
Calleja de las Eras
Calleja del Majuelo
Calleja del Rebollar
Calleja de las Viñas
Camino Cerrada del Chopo
Camino las Cruces a la E
Camino Depósito de las Aguas
Camino Fuente de Hontanar
Camino de la Fuente Linosa
Camino Granadilla
Camino de Horcajo
Camino Lagunilla
Camino los Linares a los…
Camino de Ortigosa
Camino del Palancar
Camino del Servón
Camino de Valdelageve a Aldeacipreste
Camino de Valdelageve a Lagunilla
Camino de Valdelageve a Montemayor del Río
Camino de Valdelageve a Sotoserrano
Camino de Valtrujillo
Camino Viejo del Colmenar
Camino Viejo de Horcajo
Camino Viejo de Lagunilla
Canal Central Nueva
Canal Central Vieja
Carretera
Casa los Moros
Cerrado de Ortiguera
Charco Frío
Charco Vega Larga
Cortinal
Cruz del Puerto
Dehesa Roblellano
Ds la Carretera
Ds Depósito de Aguas
Ds las Heras
El Adriano


El Andrino
El Bonal
El Cascajal
El Cepal
El Cerrado
El Gericó
El Guijarro
El Jogarzal
El Kilómetro
El Legío
El Palancar
El Portazgo
El Rebollar
El Rivero
El Rodeo
El Trigal
Entrada Arroyo Fuente
Entrada de los Granadillos
Entrada del Palancar
Era la Mata
Eras del Pozo
Fábrica Vieja
Fuente de Acullá
Fuentecilla
Fuente Linosa
Granadillos
Hontanar
Huerta el Sordo
Huertos del Río
La Calleja
La Canchera
La Fuentecilla
La Galga
La Jimona
La Pesquera
Las Eras
Las Helechozas
Las Rutelas
La Tejea
Las Tres Cruces
Las Viñas
Las Zorreras
Los Cerros
Los Guijos
Los Hoyos
Los Majuelos
Los Rodrigos
Mata del Arenal
Mata Gorda
Molino las Hoyas
Olivar Helechozas
Olivitas
Peña el Azufre
Peña Zamarra
Panchala
Pista de las Helechozas
Pista de la Huerta
Pista del Huerto del Lobo
Pista del Río
Pitanillas
Regato del Bonal
Regato del Cagancho
Regato de la Fuente
Regato del Rebollar
Regato de los Rodrigos
Río Cuerpo de Hombre
Río Servón
Roblellano
Rodeo
Servón
Tres Cruces
Vado Garganta
Vado los Molinos
Valdelageve Casco Urbano
Valdelayegua
Valdibuetre
Valdicojo
Valtraviesa
Valtruijillo
Valle Fresnos
Valle Marcos
Valle Mingo
Vega de las Ánimas
Vega Larga
Vega Loba
Viñas de Arriba


(Fotografías: Juan-Miguel Montero Barrado)