jueves, 16 de septiembre de 2010

Repoblación

En el año 939 el rey Raimundo II de León ordena la repoblación de la zona norte de Salamanca, la cual, a pesar de las posteriores incursiones destructoras de Almanzor, sería la base para la repoblación definitiva de la región.
Finalizado el siglo XI, el rey Don Alfonso VI encomienda a su yerno, don Raimundo de Borgoña, una nueva repoblación de Salamanca, Segovia, Ávila y de los territorios respectivos de sus diócesis. A partir de 1102 don Raimundo de Borgoña y su mujer doña Urraca conceden privilegios de todo tipo y en 1103 ya hay iglesias nuevas terminadas y funcionando, además de las parroquias mozárabes*, que probablemente nunca habían cesado en sus actividades.

En el siglo XII don Alfonso VII, rey de Castilla y León, separa a su muerte (1157) ambos reinos, quedando los territorios de nuestra comarca de la siguiente manera:
·La tierra y sierra de Béjar hasta la Vía de la Plata o Calzada Romana pasa a Castilla, formando parte del concejo de Ávila.
·La zona de la Sierra de Francia pasa a depender a su vez del reino de León, pero perteneciendo al concejo de Salamanca.
En él se encontraba Valdelageve.
En el siglo XIII Alfonso IX, último rey de León (1188-1230), mientras prepara una nueva repoblación de la Extremadura leonesa, tiene que luchar contra los musulmanes en el sur, contra los castellanos en el este y contra los portugueses en el oeste. Para consolidar las conquistas hechas en la actual Extremadura, lo que entonces se llamaba Transierra o el Extremo, repuebla y fortifica intensamente el territorio a ambos lados del río Alagón, vía natural de penetración de los musulmanes. Por la zona de la Sierra de Francia repuebla Miranda del Castañar, Herguijuela de la Sierra y Sotoserrano (Soto de Francia), entre otros. Al morir Alfonso IX en 1230 toda la Sierra estaba repoblada, como lo está la Transierra y la Allendesierra, es decir la alta Extremadura actual, que hasta la fundación de los concejos de Coria y Plasencia y de sus respectivos obispados había sido una prolongación natural y legal de la Tierra de Salamanca, a donde iban a pastar y aprovechar la montanera en el invierno los ganados de su alfoz.
Así queda bien aclarado cómo esta vía, a la que en su momento ya me referí, era la perfecta e ideal para el paso de la trashumancia de León, y más tarde de Castilla, a Extremadura a través de nuestro querido pueblo de Valdelageve. Fue en esta época del final de la Edad Media cuando se forjaron leyendas en torno a los fabulosos tesoros que ocultaban las montañas circundantes, tal como se puede observar en los siguientes versos populares:
Sierra del Castillo,
sierra del Castillo,
cuánto dinero en ti queda.
Siete costales de oro,
en el tronco de una higuera.
Entre los calvarrines
y la fuente la mora,
hay y más oro y plata,
que en España toda.
Entre Quil y Quilama,
hay más plata y oro,
que en toda España.
Entre Quil y Mina,
hay más plata y oro,
que en toda España.
Entre Quil y Quilama,
hay plata,
para comprar España.
¡Ay, Sierra del Castillo,
qué rica te quedas,
con siete fanegas de oro,
al pie de una madroñera!

* Mozárabes: cristianos que vivían en la zona musulmana, pero que habían arabizado su cultura. Desde el siglo X también eran los cristianos que habían huido desde la zona musulmana hacia los reinos cristianos.

(Foto: Juan-Miguel Montero Barrado)